Poema para el día

Túnel ruiseñor

desde la rotonda del beso

agobiado de noche

reventando sigilos.

Muros de cuerdas tendidas

por manos de bizcocho.

Paredes crines

de violín y arco

melodía de abrazos

y siempre

desde la rotonda del beso

Trino oscuro y rocío

frío, hondo

abrillantado en un fregaporras

en su agitación grave,

frente a la gran cristalera,

encarada al árbol magnolio

que espera colores

a la orden del pájaro

para mostrar flores

de sabor a higo

mermeladas en pancito tierno

del árbol higuero

junto al pozo

el de los deseos

y la caja de sueños,

bebedero oculto

del señor del túnel.

Ruiseñor él,

transmutado por el beso,

el abrazo y su rotonda,

se pone en canción

y enternece frente a

manitas de chiquillos

y qué lindas ellas

con sus violines llavero

que canturrean a las plazoletas

que regalan besos

y mermeladas de higos

conjurando noches robadas

a los túneles cerrados

desde la rotonda del beso.

En sus conciertos

de luz de amanecida

sobre el cristal del lago

afinarán la nota

compondrán canciones de

manos bizcocho,

del sortilegios de soles

preñados de vidas

que sonarán para girar la llave

de la rotonda del beso.