espiritualidad

Poema “Fuego”

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Tercer poema de la serie ”Los cuatro elementos” de la poeta Yolanda Jimenez, ilustrada con una fotografia mía de Islandia.

Laberintos de piel
asoman los sueños.
Más allá de los pliegues
arden las entrañas
de atanores secretos.
Cuchillos de lava
rasgan los tactos.
La noche, refugio,
gruta, insólito altar
de templar emociones
que, sagradas, me brotan.

Los frenos de la evolución del ser humano

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Isaac Asimov contestaba a uno de sus lectores de una manera que me pareció interesante. El texto está recogido en su libro Cien preguntas básicas sobre la ciencia.  El científico recibía cada semana, a través de un periódico con el que colaboraba, inquietudes de sus seguidores y las respondía. ¿Qué hay más allá del universo?”, le plantearon. La respuesta fue genial, “No universo”.

El lenguaje es un sistema de representación. Se encuadra dentro de un marco. Si salimos de esa caja, fuera, no sabemos cómo comportarnos, cómo definir lo que allí encontramos. No poseemos un referente linguístico para representarlo. ¿Qué hay más allá de la vida? Muerte, no vida. Nadie sabemos describir esa realidad puesto que no la hemos experimentado, no tenemos palabras que la definan con exactitud y algunos que lo han hecho y regresado, sólo pueden realizar aproximaciones vagas a lo vivido.

Por eso aparecieron los símbolos en el lenguaje “espiritual”, para intentar acercarnos a realidades para las que no tenemos “lenguaje”,  ni experiencia. Para llevarnos a la comprensión de manera intuitiva, a través de otros elementos de nuestra capacidad de aprendizaje que no tienen que ver con lo racional.

Estos símbolos también están relacionados con los arquetipos, que nos conectan con las capacidades que cada uno de nosotros llevamos dentro. Son universales. Por eso vemos que están representados, con matices, en todas las culturas. Y hablan siempre de lo mismo. Las claves para entender los pasos para la trascendencia del ser humano a una realidad que va más allá de nuestra comprensión.

Sabemos hoy, por investigaciones como la del Instituto Hearthmath, que el corazón dispone de una red neuronal poderosa. Otro “cerebro” que nos permite también conocer la realidad, incluso antes de que nuestros sentidos tradicionales tengan acceso a ella. Existen ya cientos de experimentos y pruebas científicas que corroboran este hecho. Al avanzar  la tecnología, somos capaces de medir fenómenos que hace unos años se consideraban “magia”. Con lo cual, algo que propuso el racionalismo, censurar una parte de la manera que tenemos los seres humanos de avanzar en nuestras experiencias, la intuición, el conocimiento a través de otros canales energéticos, ahora empieza a estar en boga, a estudiarse y darle importancia.

Símbolos  portales dimensionales

Símbolo, en sus orígenes era un térmico que definía algo partido por la mitad. Al unir ambas partes daban un todo. Una comprensión de algo que ninguna de las dos mitades permitía por sí misma. Diabólico, es lo contrario, lo que separa, lo que nos confunde. Para algunos es la personificación de  nuestros demonios interiores que nos alejan de la senda de la integración. La sombra de la que hablaba Carl Gustav Jung.

Símbolo y diablo son dos representaciones de vigilia y sueño, centro y periferia, consciencia e inconsciencia, blanco negro… las dos partes imprescindibles para nuestra evolución.  Este par de  fuerzas, estos dos aspectos, nos configuran como seres humanos. Una nos lleva al interior. La otra nos aleja de él. Hacia el cielo y hacia la tierra.

Por lo tanto, un símbolo puede ser un puente de conexión entre dos sistemas de refenciales. Una puerta entre dimensiones de la comprensión, de la consciencia. Nos permite acceder a una información que desde nuestra mente racional no alcanzamos, más allá de los hechos positivos que se pueden medir, tocar, acceder a través de los sentidos tradicionales.

Pongamos el caso de un instrumento. Solo es un objeto inanimado, sin embargo en manos de un buen músico adquiere una dimensión que nos conecta con mundos emocionales y energéticos muy diferentes. Sin ser humano e instrumento se unen, accedemos a una consciencia. Tal vez nuestro cerebro, incluso nuestro cuerpo, es un “objeto” que puede ser capaz de conectarnos con otras dimensiones, otras cuerdas de vibración simultánea de la realidad en la que existimos, una puerta al más allá de lo que la ciencia racional nos explica, un puente a una realidad suprasensorial.

Del  ver al mirar

Ver es utilizar el sentido de la vista y mirar es fijar la mirada con atención e intención. La  vista, es lo racional. La mirada es aquello que nos permite  ir más allá de lo visible. Lo necesario para una metanoia, una revolución mental para despertar el alma y dar sentido a las experiencias que tenemos en y del mundo.

Cualquier sistema, elemento que nos haga transitar desde ver a mirar, es interesante y atrae mi curiosidad. De ahí exploración de lo simbólico.

Por eso te expongo todo lo que leerás a continuación. Quizá te permita mirarte a ti mismo, a tu relación con los demás a la que tienes con clientes, alumnos, grupos, pacientes…

La brújula del chamán

A lo largo de mi vida he ido indagando en mi alma y la de los seres humanos que me rodean. Es uno de mis motores vitales, quizá el principal. El objeto de todo ello… evolucionar, aprender, trascender.

En los albores de la humanidad los maestros o iniciados tenían que trabajar “para” la humanidad. Trataban ayudarnos a desarrollar nuestra consciencia de la trascendencia, de nuestra evolución interior, de nuestra conexión con todo y todos. En épocas posteriores, cuando dimos pasitos en ese sentido,  Buda, Jesús el Cristo… pusieron sus conocimientos a disposición de nosotros, obraron “con” nosotros. Sin embargo, ahora, en estos tiempos el trabajo interior pasa por trabajar “a través de” los demás. Del para, al con, al a través. La creación de redes, la cooperación, los nuevos cocimientos redecráticos, la coherencia…  esos valores que son más necesarios que nunca, son imprescindibles  y hablan de sinergias, de mirar al otro, de aprender en comunidad, de evolucionar gracias a los que la diversidad de los humanos nos aportan.

De todo esto que he compartido quiero reflexionar sobre una formación que durante más de siete años realicé en la escuela de Process Work. Una línea de trabajo con los seres humanos en terapia o en intervenciones grupales, creada por Arnold Mindell y traída a España por mi maestra Ana Rhodes.

Él tuvo una genial idea. Era físico, además de terapeuta. Su curiosidad y brillo mental le llevaron a realizar una sinergia entre la física cuántica, el taoísmo, la terapia tradicional y de Carl Gustav Jung y el chamanismo. No entendamos lo último como dar saltos, vestirse con máscaras o tomar drogas. Sino como una manera de mirar el Mundo. De enseñar a los otros. Llegó a la conclusión de que todos somos al mismo tiempo, clientes, facilitadores y chamanes. Entonces se hizo una pregunta poderosa ¿Quién tradicionalmente ha resuelto los problemas entre individuos y grupos en las tribus? Los chamanes. Y estudió sus métodos. Los extrapoló y mezcló con el resto de los conocimientos que poseía y le permitían los avances científicos actuales. De ahí desarrollo técnicas terapéuticas y de intervención que denominó, Terapia de Orientada a Procesos.

Utilizando el lenguaje simbólico, ese puente entre realidades conocidas y mundos sutiles existentes e interactuantes con nosotros si bien menos evidentes a nuestros sentidos, hablaba de algo que me pareció fascinante y voy a tratar de desarrollar: Los límites de la senda del chamán.

Entiendo también como chamán, alguien (terapeuta, facilitador) que es capaz de transitar entre dos realidades con consciencia. De traer para el cliente aquello que no ve, que no siente, que no percibe y que afecta a su comportamiento, relaciones, interpretación de la realidad. Todo ello para el mayor bien de la evolución de la persona, de su entorno, del Mundo y de algo curioso, del facilitador mismo. Es decir, que cuando me ha llegado un cliente siempre, siempre ha aportado algo que no le pertenecía a él solo, sino que también tenía que ver con mi evolución personal. Cuando he facilitado intervenciones grupales, sus integrantes me han regalado claves que me han permitido, seguir avanzando en el conocimiento, en la comprensión, en la sabiduría de mi mundo interior y relacional.

Voy a ello.

EL NORTE

Para cualquiera, máxime si eres facilitador o terapeuta o mediador, profesor, educador social, profesor de yoga, taichí, chikung… es decir, para todo el mundo, existen cuatro límites que voy a contarte y tal vez te resuenen. Estos son, de manera simbólica,  el del Norte, el del Sur, y los de los otros dos puntos cardinales. Parte de este planteamiento lo recogí en mi libro “Yoga Nidra”.

Voy a hacer un repaso de ellos desde diversos puntos de vista: tanto del cristiano, que nos trae un lenguaje más conocido, como el tradicional alquímico o el intercultural quizá más lejanos para nosotros.

En la vida del ser humano podemos representar cuatro tipos de pruebas, de mundos, de realidades: la Tierra, el Agua, el Fuego y el Aire que se reúnen alrededor del quinto elemento o quintaesencia, que algunos lo llaman el Eter, el centro, el alma, la chispa divina.

Estos cuatro aspectos en la terminología cristiana tienen que ver con cuatro principados, o fuerzas elementales, con cuatro demonios o máximos adversarios. La ausencia de arcángeles, fuerzas que los contrarrestan, niveles de consciencia, acaban por destruir al ser humano si sucumbe a sus tentaciones, a su influencia. Esta guerra entre demonios y arcángeles, se recoge también en el Mahabarata.

en el enfrentamiento entre gurues y pandebas, por la conquista de la ciudad de Jastinapura.

Los demonios, los patrones inconscientes, sin el equilibrio de los ángeles poderosos, nuestra capacidades interiores, nos alejan del YO SOY, del que hablan maestros como  Ramana Maharshi.

Vayamos al límite del norte, el AIRE, el viento. Relacionado con el principado de Egin y su demonio Magasael. Su enemigo, o antídoto es el arcángel Rafael, Medicina de Dios.

Desde otro punto de vista el Norte está relacionado con el ansia de conocimiento. Con personas buscadoras incesantes de información. Con intentar entenderlo todo desde lo racional. Algo que en principio parece positivo, pero que llevado al extremo paraliza. Nunca poseen lo que creen necesitar y mueren de inacción. No puedo presentarme a una entrevista de trabajo porque aún me falta hacer un máster. Lo terminan y buscan otro, siguen leyendo… sin llevar a la realidad el conocimiento.

En la mitología centroeuropea es el dragón alado. Un ser mitológico que destruye desde el aire. Consume desde el exceso y búsqueda de datos. Demasiada mente racional en los procesos.

De hecho desde Process Work, las adicciones también tienen que ver con estos “limites del chamán”. El límite del viento nos dice que no podemos entrar en el trabajo a realizar con  del cliente, en el del grupo, en el de nuestra propia evolución porque necesitamos entenderlo desde lo racional y nuestra mente nos pide más y más información una espiral infinita.

Sus adicciones son el fumar, el colocarse, el alcohol… todo aquello que lleve a calmar, al relajarse, por eliminar la tensión del intentar entender hasta las ultimas consecuencias desde lo racional, lo que conduce al estrés y bloqueo de la intuición.

 En algunas tradiciones chamánicas se conecta uno de los cuatro arquetipos, el  Guerrero. Que nos relaciona con algo muy de moda en la actualidad, el Mindfulness, el estar presentes. También con saber y expresar la diferencia entre el si y el no, la coherencia entre las palabras y las acciones. Relacionado  con las dotes de liderazgo, con la presencia, con la capacidad de comunicación, de poner límites, de la comunicación con juicio a través de volver a mirar para observar la diversidad en uno mismo y en los demás.

El guerrero evolucionado nos habla de la coherencia entre pensamiento sentimiento y acción, demostrando la conexión interna con nuestro ser esencial.

Es alguien  capaz de poner límites  y de decir que no cuando lo considera.  Es comprender que aceptar sin estar convencido es convertirse en víctima. Lo contrario, decir que no cuando nuestro deseo interno es el afirmar, nos convierte en vengativos y egoístas.

Los guerreros utilizan de manera justa su poder, la energía, la capacidad de  comunicación,  de la presencia, su la posición que define dónde se encuentra y permite a los demás situarse con respecto a él.

Algunas de las herramientas que utilizan los chamanes para potenciar este arquetipo del guerrero son la meditación de pie, el baile, la conexión con la naturaleza…

Cuando el guerrero no está en la luz aparece la invisibilidad de uno mismo con respecto al mundo, los grupos, la pareja, la delegación d la autoridad en los otros, la rebelión como incapacidad de trabajar en estructuras, la respuesta a las propias necesidades sin tener en cuenta las de los demás, miedo constante a sentirse comprimido…  Muy interesante que investigues todos estos aspectos.

EL ESTE

El fuego, la bestia de fuego ¿Recuerdas las escena del señor de los anillos en la que Gandalf, el mago, se enfrenta a la bestia de llamas y lava en medio de un puente de piedra dentro de una minas? Lo que hizo el taumaturgo fue destruir el puente y caer con el ser de lava incandescende hacia los abismo. Supo que se enfrentaba a una lucha sin tregua para proteger al resto de sus compañeros. Ellos no son otra cosa que los diferentes aspectos de si mismo. Además, asumió que ese enfrentamiento era parte de su evolución personal.

El fuego está relacionado con el campo de los deseos.

En la simbología cristiana el demonio es el principado de Oreus con su demonio Samael. Su arcángel es Miguel, que significa “quien como dios”. Si recuerdas, en la iconografía es el que se enfrenta al dragón. La lucha con nuestros propios deseos desbocados, con los demonios, con nuestras capas profundas del subcosnciente.

Recordemos que para los cristianos dragón, draco, sepiente, son aspecto de esa división, de los demonios. William Low venía a decir que no existe dragón fuera que no se encuentre dentro de nosotros. Viven de la sangre de nuestro corazón. De nuestro estado de vida. Miedo a evolucionarlo, traspasar su umbral, pasar a otra dimensión de consciencia, es vencer al enemigo.

Recordemos que estos símbolos angélicos son los guías,  símbolos,  ideas que nos pueden levar a un nivel de consciencia diferente que pueden contrarrestar las acciones del demonio. “Demon is deus inversus”. El demonio es lo inverso de dios, lo que nos separa de nuestra propia evolución. No veamos al demonio como un ser con cuernos y rabo y a los ángeles como alados resplandecientes. Somos nosotros en nuestros dos aspectos, lo bueno y lo malo, lo que somos capaces de percibir de nosotros mismos y lo que no, los patrones de actuación y reacción inconscientes y nuestra toma de consciencia sobre actos, pensamientos, sentimientos…

En algunos dibujos medievales se pinta una fortaleza con cuatro torres. En cada una de ellas existe un defensor, un arcángel y son atacadas por los cuatro demonios. En el centro el corazón del ser humano, lo divino, la capacidad de evolución, de unirnos con lo trascendente. Cuando alguna de estar torres es derribada comienza la enfermedad. Si no veamos la medicina china o ayurvédica en la que hablan de exceso de fuego, de agua, de cualquier otro elemento o de falta de él como causantes de patologías.

En límite del este, según Process Work es el sentirse victimas. Son las dificultades de acceder al propio poder, de tenerlo en un momento dado y creer que no lo tenemos en el siguiente. No somos capaces, cuando este límite actúa de acceder a nuestros recursos y transformarnos a nosotros mismo y, por extensión, luego al mundo. Es la víctima por antonomasia. La culpa la tiene la sociedad, la familia, los políticos…

Si lo vemos como adicción, se “medica” con la cocaína. Da mucha subida, acceso al poder en muy poco tiempo, la competición, los deportes extremos, los juegos de consola, el control con restricciones de comida…

En la tradición chamánica de muchos pueblos este límite tiene que ver con el Maestro.

Es el arquetipo que tiende al resultado, se inclina hacia él, sin apegarse al resultado. Sus cualidades más poderosas son la confianza, el desapego y el discernimiento. Las que trabaja a través del silencio, la meditación sentada, la conexión con lo natural. Un maestro en la sombra es alguien censurador y un personaje sin control

El SUR

También en la tradición chamánica, se le llama el niño herido del Sur. Tiene que ver con elemento agua. Con lo vital. Está vinculado con el pasado, con la niñez, con la confianza. Es la llegada del miedo a la pérdida. La escamosidad de la realidad que produce pavor al experimentarla, se activa la incapacidad de creer que el mundo es seguro y  da todo lo que necesitas en el momento adecuado. Su ausencia trae problemas porque se convierte una adicción a la intensidad.

Bien es verdad que el miedo traer la capacidad de ver los límites de nuestras acciones. Disparado es la inmovilidad por inacción de nuevo.

Sus adicciones relacionadas con el sexo para probar que se existe y encontrarse consigo mismo, el exceso de comida porque lleva a estar presente, a las compras compulsivas, a la adicción al trabajo, a los móviles, a no sentirse seguro en el silencio…

Para la tradición cristiana, sin embargo se relaciona con la tierra. Su principado es del Amaimón con su demonio Azazel, representado como el basilisco y  que ataca la torre Gabriel, “fuerza de Dios”.

Para los chamanes es el Sanador. Es aquel capaz de dar reconocimiento y curar a través del amor.

Cuenta con las herramientas del contar historial, del acunamiento, de la meditación tumbada. Y su sombra está relacionada con  las adicciones a la perfección.

EL OESTE

Muy interesante esta limitación.

Está relacionada con el territorio de los antepasados, según la Terapia de Procesos. Y tiene una relación directa con la inmovilidad por el “ya lo he probado”, “siempre ha sido asi”, con la tradición, con el status quo, con el soltar patrones. No existe revolución interior, agradecimiento a lo que los antepasados, la estructura, la sociedad nos ha dado pero hay que cambiar. Conservar parte de lo que existe e integrar de lo nuevo. Guardar lo útil de lo que hay y aportar la frescura de lo que llega. Esto lo vemos hoy en día en multitud de aspectos sociales. El inmovilismo de las posturas de la derecha y la revolución de los partidos más sociales.

En la mitología cristina se representa con el agua, el principado de Maimón con su demonio Azael, la serpiente escamosa. Su arcángel es Uriel “La luz de Dios”.

Sus adicciones son el café, el que se apega a una rutina y no puede dejarla sin sentirse mal, hacer yoga todas las mañanas, meditar dos horas cada día, ir todos los sábados a la discoteca… hábitos que nos llevan a no tomar decisiones y que otros o el mundo las tome por nosotros.

¿Quién es su arquetipo? El vidente, también conocido con  el niño herido del oeste. Es quel capaz de expresar la verdad sin sentirse culpable ni juzgarse.

¿Con qué herramientas cuenta? Cantar, meditación caminando, paseos solitarios en la naturaleza, escuchar el sonido de las campanas… Su parte oscura es dar creencia al falso yo de cada uno de nosotros, olvidarse de la búsqueda de la paz y el equilibrio.

Con todos estos elementos podemos, si lo deseas, y de manera simbólica puedes tener puestas de acceso a tu realidad personal y a la que aquellos que nos rodean. Su fin es el de intervenir hacia nuestra evolución interior o la de los demás.

Todos estos aspectos se pueden integrar en el Camino del Héroe o la senda del chamán, del que tal vez hablaré en otro artículo. En ella se pasa por los aspectos del cazador, el guerrero, los aliados, el camino de la muerte y el camino final del amor… pero eso es otra historia que para contar en  otro momento.

 Que este artículo sirva para los más altos fines. Así sea.

Punto cardinalElementoPrincipadoDemonioArcangelArquetipo
NorteAire, vientoEginMagasaelRafaelGuerrero
SurTierra/aguaAmaimonAzazaelGabrielSanador
Este
Oeste  
Fuego
Tierra/Agua
Oreus
Maimon
Samael
Azael
Miguel
Uriel
Maestro
Vidente

Fuentes por si te interesan:
El cuerpo que sueña, Arnold Mindell.

Las cuatro sendas del chamán, ángeles Arrien

Cien preguntas básicas sobre la ciencia, Isaac Asimov

Yoga Nidra. Una herramienta de Mindfulness, Soledad Dueñas y Juan Peláez

El cuerpo del chamán, Arnold Mindell.

Ikigai el propósito de la vida

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Os dejo dos videos que no tienen desperdicio. El Ikigai y otros conceptos que aparecen en los videos me han traído interesante reflexiones.

https://images.app.goo.gl/eTwAnQcP6oF1hrM77

▷ Ikigai: La filosofía de vida de quienes llegan a los 100 años ⋆ Rincón de  la Psicología
Fuente: El rincón de la psicología

Monica Cavalle la filosofía y el autoconocimiento

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Mónica Cavalle es una filósofa que tal vez pueda aportarte luz sobre ti mismo. Yo descubrí este vídeo y lo comparto.

También hay otro audiovisual con reflexiones sobre la pandemia que también puede interesarte.

Las cinco invitaciones de Frank Ostaseski

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Frank Ostaseski es un maestro budista y un líder en el campo de la atención al final de la vida. Es el maestro guía y director fundador del Proyecto Zen Hospice en San Francisco. Él es el ex maestro espiritual en residencia en el Instituto Esalen. AARP lo nombró una de las 50 personas más innovadoras de más de 50.

Una de sus más interesantes ideas son las cinco invitaciones:

1.- Da la bienvenida a todo, no rechaces nada.

2.-Aporta todo su ser a la experiencia.

3.- No esperes.

4.-Encuentra un lugar de descanso en medio de los acontecimientos.

5.-Cultiva une mente que no sabe.

Rewired un impresionante curso de Joe Dispenza

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No te pierdas esta serie de vídeos de Joe Dispenza. uno de los científicos que ha llevado a cabo investigaciones sobre la relación entre espiritualidad y ciencia.

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Une meditación interesante de este autor:

Música para hoy

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He encontrado este canal con una música estupenda. lo comparto. Ideal para relajarse, meditación o para disfrutar.

El hilo de seda en Chi-Kung

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De nuevo comparto un vídeo de mi amigo Sergio Mazzini. Creo que os va a encantar. Unos ejercicios sencillos, agradables y muy, muy beneficiosos de Chi-Kung.

Chi-Kung para los tiempos que corren

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Mi amigo Sergio Mazzini, profesor de chi-kung acaba de publicar este precioso vídeo, con el que puedes realizar una practica sencilla y poderosa de trasformación personal. La recomiendo y le agradezco que la haya puesto a disposición de todos nosotros.

Plegaria Hebrea que me parece bonita

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Antigua plegaria Hebrea
Que tus despertares te despierten. Y que al despertarte, el día que comienza te entusiasme.
Y que jamás se transformen en rutinarios los rayos del Sol que se filtran por tu ventana en cada nuevo amanecer.
Y que tengas la lucidez de concentrarte y de rescatar lo más positivo de cada persona que se cruce en tu camino. IMG_3416 (1)
Y que no te olvides de saborear la comida, detenidamente, aunque «solo» se trate de pan y agua.
Y que encuentres algún momento durante el día , aunque sea corto y breve, para elevar tu mirada hacia lo Alto y agradecer, por el milagro de la salud, ese misterioso y fantástico equilibrio interno.
Y que logres expresar el amor que sientes por tus seres queridos.
Y que tus brazos, abracen. Y que tus besos, besen.
Y que los atardeceres te sorprendan, y que nunca dejen de maravillarte.
Y que llegues cansado y satisfecho al anochecer por la tarea satisfactoria realizada durante el día. Y que tu sueño sea calmo, reparador y sin sobresaltos.
Y que no confundas tu trabajo con tu vida, ni tampoco el valor de las cosas con su precio. Y que no te creas más que nadie, porque, solo los ignorantes desconocen que no somos más que polvo y ceniza.
Y que no te olvides, ni por un instante, que cada segundo de vida es un regalo, un obsequio, y que, si fuésemos realmente valientes, bailaríamos y cantaríamos de alegría al tomar conciencia de ello. Como un pequeñísimo homenaje al misterio de la vida que nos acoge, nos abraza y nos bendice.
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