Artículos importantes para el cambio. El Yoga y sus peligros

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Practico e imparto clases de yoga desde hace décadas.

Siempre me ha parecido una experiencia personal que puede ayudar no solo en lo físico, sino también en el área psicológica y de desarrollo personal.

Sin embargo, desde hace tiempo me interesan las posibles contraindicaciones que el yoga también tiene.

En especial cuando el número de practicantes aumenta de manera exponencial. El yoga se convierte en una moda.

En esta existencia dual no hay nada que sea solo bueno o lo contrario. Todo lleva aparejado lo opuesto. Por eso, cuando leo o percibo determinadas actitudes de exceso de positividad a la hora de aconsejar, practicar o impartir clases de yoga,  me lleva a reflexionar.

Me he permitido hacer una traducción libre y resumida de un artículo aparecido en el New York Times Magazine de fecha 8 de enero de 2012 y escrito por William J. Broad. El subtitulo es “El problema del yoga”.

El trabajo es una adaptación del libro “The Sciencie of Yoga: The Risk and Rewards” de William J. Broad, publicado por Simon&Schuster.

Creo que puede ayudar tanto a profesores como a practicantes.

 

Un frio sábado de 2009 Glen Black, profesor de yoga desde hace décadas e instructor de muchas celebridades, daba una clase en Sankalpha Yoga en Manhattan. Había venido para hablarnos de los problemas que el yoga podía tener.

Muchos clientes acuden a él para trabajo corporal después de haber sufrido lesiones por la práctica de  yoga.

Era mi caso. En 2007 haciendo una postura de yoga que mantenían que era fenomenal para muchas enfermedades, mi espalda falló y tuve una ruptura de un disco intervertebral.

La sala estaba llena de alumnos y profesores de yoga.

Nos habló de un reconocido practicante de yoga en India que acudió a un estudio de Iyengar. Realizó unas torsiones tan forzadas, que tres de sus costillas se rompieron una tras otra.

Black enfatizó sobre posturas simples, la secuencia de inversiones, no de colocarse sobre los  hombros.

“La atención plena es más importante que las posturas o las series.” Insistía.

De manera muy radical me comentó que la mayor parte de las personas tendría que dejar de hacer yoga porque al final se van a hacer daño.

No solo los alumnos, sino también muchos profesores tienen partes del cuerpo más débiles y problemas en los órganos. Lo que implica a largo plazo lesiones serias e inevitables.

“Mejor que hacer yoga es hacer una gama de movimientos específicos para los órganos. El yoga es para gente en buenas condiciones físicas o para terapia, pero no para utilizarlo en una clase general”, opina este especialista.

Black estudió con Shamuek Tatz, que trabajó como masajista y terapeuta físico para actores y bailarines.

Según Black, el problema aumenta porque el número de personas urbanitas que van a las sesiones dos veces por semana y se llevan a sí mismo a posturas imposibles. Muchos asisten al yoga como si fuera un deporte vigoroso o para rehabilitarse de lesiones.

El yoga se ha expandido en Estados Unidos de manera exponencial. En 2001 había cuatro millones de practicantes. En 2011 se estima en más de veinte millones.

Muchos profesores empujan a sus alumnos a ir más allá, a que, el no hacerlo, es solo una cuestión relacionada con el ego.

Algunos profesionales llegan a Black con lesiones y éste les comenta: no hagas yoga. Le miran como si fuera un loco. Pero si continúan, dice el especialista, no podrá aguantarlo. “Hablé con un profesor de yoga conocido que después de hacer series extenuantes de una postura llamada el perro (uve invertida) acabó por romperse los tendones de Aquiles. Otro gran profesor y muy conocido en América tiene movimiento cero en sus caderas. Sus articulaciones  se degeneraron tanto que tuvieron que reemplazarle las caderas. ¿Continúa enseñando? Sí, claro. Hay otro profesor que tiene tan mal la espalda que no puede dar la clase de pie.”

Muchas veces se dice que el yoga sirve para renovar, calmar, curar la presión baja, que produce cambios químicos que sirven como antidepresivos, incluso para mejorar la vida sexual. Pero la comunidad yoguica guarda a menudo silencio sobre su potencial de originar problemas.

Jagannath G. Gune que ayudó a renovar el yoga de la era moderna, no hace ningún alusión a las lesiones en su diario Yoga Mimansa o en su libro de 1931 “asanas”. Tampoco Indra Devi, que publico en 1953 su obra, ”Forever Young. Forerver Healthy”, ni Iyengar en su “Ligt of Yoga” de 1953.

En libros de yoguis como Swami Sivanda, K. Pattabhi Jois y Bikram Choudhury se afirma que el yoga es seguro. “El Yoga real es seguro como la leche de una madre”, llego a declarar Swami Gitananada un gurú que dio diez vueltas al mundo y fundó ashram en varios continentes.

Pero existen muchas pruebas médicas que apoyan a Black, en el sentido de que algunas posturas de yoga pueden tener riesgos.

Los primeros informes de los problemas del yoga aparecieron hace décadas en algunos de los diarios médicos de prestigio como Neurology, The British Medical Journal y  The Journal of America Medical Association. Los problemas van desde pequeñas lesiones hasta algunas permanentes.

Un caso. Un estudiante, después de más de un año de hacer yoga, decidió intensificar su práctica. Se colocaba en vajrasana cuatro horas al día. Empezó a tener problemas para subir escaleras, andar. Fue debido a que el nervio no respondía por haber lesionado una rama periférica del ciático. La posición le quitó oxígeno. Una vez que dejó de hacerla la mejora fue rápida. A esta lesión se le ha puesto un nombre, en inglés, se llama “yoga foot drop”.

En 1972 un neurofisiólogo, W. Ritchie Russell, publicó en The British Medical Journal que algunas posturas pueden producir infartos cerebrales incluso en personas jóvenes. No es debido a los traumas sufridos por el cerebro, sino a movimientos rápidos y excesivas extensiones del cuello.

Normalmente el cuello puede ir hacia atrás 75 grados, adelante 40 grados y a los lados 45 y puede rotar en su eje 50. Los practicantes de yoga lo mueven mucho más lejos.

La hiperextension es mucha veces animada por los profesores. Por ejemplo Iyengar enfatizaba que en la posición de la cobra la cabeza debe ir tan atrás como sea posible. En la posición sobre los hombros y el cuerpo debe ser doblado perpendicular al suelo para estimular el tiroides. Según este maestro es una de las grandes posturas dadas a la humanidad por los ancestros.

Pero Russell dice que puede dañar a las arterias cerebrales y producir embolias porque la sangre adquiere mayor densidad, se hinchan los vasos y se produce constricción lo que origina un caos en el cerebro.

La arteria basilar que empieza en la unión de las dos arterias vertebrales y forma una red que conduce a la base del cerebro, está particularmente implicada y puede ser dañada. Esto tiene importancia para la respiración, el cerebelo, el núcleo occipital que transforma los impulsos del ojo en imágenes y el tálamo que envía los mensajes de los sonidos al cerebro.

Una reducción de sangre en la arteria basilar produce infartos cerebrales. Uno puede recuperarse, pero en la mayoría de los casos quedan dolores de cabeza, falta de equilibrio y dificultades para hacer movimientos Esto persiste durante anos.

Russel advierte a los doctores para seguir la pista a estos infartos cerebrales. Porque pueden aparecer la noche siguiente o varias horas después de la práctica de yoga y despistar sobre sus causas.

En 1973 un año después de Russell, Willibald Nagler un doctor nombrado en el campo de la rehabilitación de la columna en el Cornell Universsity Medical College, publicó un artículo con un caso extraño. Una mujer de 28 anos que sufrió un infarto cerebral mientras realizaba el puente, una postura de yoga. Tuvo dificultades para ponerse de pie y no podía andar sin asistencia. Fue al hospital. No tenía sensaciones en la parte derecha de su cuerpo y le apareció el síndrome de Horner, así como tenía tendencia a caerse hacia el lado izquierdo.

Los doctores encontraron que la arteria vertebral izquierda, que circula entre la primera y segunda vértebra, se había estrechado considerablemente y que las arterias que nutrían su cerebelo se habían desplazado.

Los cirujanos que la operaron observaron que el hemisferio izquierdo tenían una gran cantidad de sangre y muchos tejidos muertos.

Tuvo que seguir un programa de rehabilitación y dos años más tarde era capaz de andar.

Nagler concluyo en el artículo, que estas lesiones son raras pero severas y que son debidas la hiperextension del cuello. En especial en practicantes de mediana edad. Sin embargo, pocos años más tarde en Northwestern

Memorial Hospital de Chicago, otro chico de 25 años entró con alteraciones de visión y la incapacidad de controlar la parte izquierda de su cuerpo. El paciente estaba en excelente salud y practicaba yoga cada día desde hacía un año y medio. Su rutina incluía un giro de la columna

y giro de la cabeza lo máximo que podía a la izquierda y a la derecha. Y mantener la inversión del cuerpo por lo menos cinco minutos.

El diagnóstico fue un bloqueo en la arteria vertebral izquierda entre

las vertebras c2 y c3, lo que había producido una oclusión del vaso.

Meses después y con mucha terapia pudo volver a andar.

Hannus, el doctor que estudió el caso, advirtió que esto suponía un n

uevo colectivo en peligro, es decir, personas con buena salud que pueden dañar sus vertebras por movimientos del cuello mas allá de la tolerancia fisiológica.

Los casos son múltiples.

Otras historias hablan de los problemas del Bikram yoga que puede producir sobreestiramiento, daños musculares y de los cartílagos,

ya que no pueden volver a sus posiciones después del sobreestiramiento al que se les somete en las sesiones.

En 2009 un grupo en Nueva York publicó desde la Universidad de Columbia Univiertity’ s College of Physicians and Surgeons un ambi

cioso estudio con profesores de yoga, médicos y terapeutas. Una de las preguntas era, ¿Cual es la mayor lesión de yoga que has visto?

En primera posición estaba la parte baja de la espalda con 232, 221 en los hombros, 174 en las rodillas y 110 en el cuello.
rnal, reveló sus propias lesiones. Un día después de haber filmado para la televisión nacional  y tras hacer una serie de forzadas posturas, no pudo andar. Necesitó un año de terapia para recuperarse. El editor de Yoga Journal, Kaitlin Quistgaard explicó también sus lesiones y es Los años recientes, reformadores en la comunidad del yoga, empiezan a hablar de las lesiones del yoga. En 2003, Carol Kruchof en Yoga Jou
cribió, “pude experimentar como el yoga produce lesiones y he oído lo mismo de muchos otros yoguis.”

Muchos hablan de tener cuidado con el cuello en las posturas sobr

 

e los hombros y mucho más sobre la cabeza. Esta última posición produce una compresión de los nervios que pasan por el cuello hacia los brazos. Las inversiones pueden producir artritis de la espina cervical o problem

as en las retinas.

Los giros de la columna también pueden originar serias lesiones.

En resumen este especialista del que hablábamos al principio, Bla

ck, en una conferencia en el Omega Institute mantuvo que: “Las asanas no son una panacea o una cura para todo. De hecho si lo haces con ego u o

bsesión acabaras teniendo problemas. A mucha personas no les gusta oír esto.”

Espero que la traducción de este artículo ayude a tomar conciencia d

e la gravedad de las lesiones que puede producir un yoga mal practicado.

Falta por añadir en este articulo un gran apartado. Las lesiones

psicológicas. La conveniencia o no de trabajar con el yoga en personas con desequilibrios en ese área.

Hablando con algunos psicologos me comentaban que sus experi

encias les indican que trabajaro con maniaco depresivos  y el yoga es muy complicado. Cuendoe estan en la fase maniaca es imposible que centren la etencion y en la etapa depresia no quieren llevar a cabo ninguna accion. En las neuosis puede ayuar, peor no en psicosis ni esquizofre

nias, donde etsa contraindicado. En los casos de depresiones leves

 

 

no he encontrado unanimida,  ni prubebas medcas por el momentos que avalen la validz o no del yoga en estos casos. Queda abierta la cuestión a la aportación de los lectores y mi compromiso a publicarlas si están debidamente fundamentadas.

29 comentarios sobre “Artículos importantes para el cambio. El Yoga y sus peligros

    Laura escribió:
    abril 11, 2012 en 10:35 am

    Buenos días, Juan Pelaez. en primer lugar agradecerte la traducción del artículo sobre problemas con el Yoga, y la publicación aquí. Es realmente interesante, soy practicante de yoga y profesora, y estoy de acuerdo con el artículo. Mi experiencia en la práctica del yoga, con sumo cuidado, durante los últimos 15 años, me ha permitido gozar de los beneficios del yoga sin el peligro de lesionarme, si bien he de decir que mi práctica ha sido bastante autodidacta y dirigida por una actitud sumamente paciente y de observación, y no de querer conseguir logros, estas son dos cualidades que intento comunicar a mis alumnos en mis clases. Estimo que la práctica del yoga opera a niveles tan profundos, que realmente es muy dificil y complejo saber en realidad qué está pasando en nosotros a todos los niveles: físico, mental, emocional y espiritual. Por lo tanto, una actitud prudente y lenta en la práctica, que nos desarrolle ante todo nuestra sensibilidad hacia nosotros mismos, es necesaria, si queremos evitar poner en juego todo nuestro potencial. Muchas gracias.

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    Anónimo escribió:
    May 10, 2012 en 7:06 pm

    Las distintas escuelas de yoga se pueden agrupar en dos principalmente:
    Una es partidaria de domar el cuerpo – mente y otra de dar al cuerpo -mente lo que necesita.
    En esta segunda escuela, el yoga se convierte en un diálogo con el cuerpo – mente en el que la escucha es lo principal y las palabras son las sensaciones.
    Es así como se pueden evitar muchos problemas.

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    Anónimo escribió:
    noviembre 26, 2012 en 8:39 am

    Como todo en esta vida, si se hace mal ,se paga. No es cuestión de realizar asanas complicadas, sino de hacer lo que el cuerpo-mente, te permite, cada dia es diferente. El yoga nunca debería generar competencia, es decir, ningún practicante de yoga, ni ningún yogui consagrado, debería querer ser mejor que otro. También hay una cosa clara, y es que en la mayoría de los casos, la gente se acerca al yoga teniendo serios problemas tanto físicos como psíquicos, llegas con una edad avanzada, no solemos ser niños que se inician en la práctica en sus hogares, y eso hace que buena parte de las lesiones sean inevitables, cuanto más mayores, más tercos y más prisa tenemos por obtener beneficios. Gracias a todos.

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      lucia rosillo escribió:
      noviembre 27, 2012 en 11:24 pm

      Hola el artículo es interesante,yo practico yoga hace menos de un año,me ha ayudado mucho en mi estado depresivo..es cierto que te puedes lesionar,pero si eres cuidadoso y haces las contraposturas y dispones de un buen profesor que te guie tambien es muy beneficioso..gracias por compartir la información

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    Fernando Díaz escribió:
    enero 6, 2013 en 8:31 am

    Nadie duda de los grandes beneficios del yoga, de sus buenas intenciones y de su gran abanico de dinamicas(no solo asanas) que hacen la vida d uno mas apaciguada y equilibrada. Pero este valiente artículo por fin saca a la luz que no es oro todo lo que reluce, tras 15 años trabajando como fisioterapeuta y 1 de practica de yoga más 20 como Bailarin ( 5 horas diarias) no había dado nunca con una dinámica tan lesiva y extrema como el yoga. ¿Y quien puede tener gran parte de esta culpa? Los profesionales del yoga que carecen de formación de anatomía y traumatología como para guiar a un grupo de personas que a veces llega a ser superior a 30 personas a la vez. Es imposible tener una buena atención y llevar un control sobre 30 personas a la vez si además el limite lo pone uno mismo y no el profesional que debería tener un chequeo, conocimiento y evolución controlada y contrastada del paciente/cliente semana a semana. Esta fiebre del yoga ha hecho que la demanda solicite «profesores titulados», con certificados de escuelas de dudosa calidad educativa y certificados porno se sabe quien, a generar una grandísima cantidad de centros y seudo yoguis, que no deberían estar impartiendo clases, ni asesorando la educación física de millones de personas. Sin duda Para eso están los licenciados n educación física, los profesores de educación física (maestros), los fisioterapeutas, osteopata o al menos profesionales del cuerpo a los que se le exige un mínimo de conocimientos sobre la anatomía humana y sus riesgos. Por esto lanzo una llamada de atención a todo profesional que no este lo suficientemente formado, y que se compruebe que lo está, a seguir aprendiendo y a manejar decenas de gente con sabiduría y compasión.Gracias

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      marcos escribió:
      diciembre 15, 2014 en 2:04 am

      Excelente comentario, y que valioso que seas fisioterapeuta, esto le aporta un peso extraordinario a tu comentario, es verdad que hay centros en los que uno va a lesionarse directamente, no te explican bien y tampoco te explican lo más importante, que es la actitud mental y la atención al cuerpo. Es lamentable. Tendrías una recomendación a los que practicamos yoga?

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    Sandra escribió:
    junio 15, 2014 en 1:52 am

    Mi hija no puede ni moverse hizo yoga 3 meses y recien ahora volvio a caminar con dificultad se le hacen como nodulos en brazos piernas hombros y sufre de continuos dolores todo a partir de ir a yoga tiene 35 años y parece de 90 al movilizarse

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    elianaposada escribió:
    septiembre 5, 2014 en 7:57 pm

    Quien enseña Hatha Yoga debe conocer los límites del cuerpo y respetarlos con sumo cuidado. Sin embargo, aquí sólo quiero resaltar que Yoga no es hacer posturas, Yoga, como lo definió Patanjali es el aquietamiento de las fluctuaciones de la mente. Así que yoga es una práctica de aquietamiento mental y una de las herramientas que tenemos para alcanzar este aquietamiento es nuestro cuerpo. No importa la postura que se haga, simplemente se puede realizar Tadasana y concentrarse en la respiración y ya se está haciendo yoga, recibiendo los beneficios físicos, mentales y espirituales.

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    daulapizarro escribió:
    noviembre 17, 2014 en 7:33 pm

    como todo en la vida hay que aplicar el equilibrio incluso lo mas beneficioso se puede tornar dañino en exceso no solo la practica de asanas en yoga(alimentos, ejercicio, etc)
    la practica de asanas «posturas fisicas» no es yoga, es una forma de encontrar el estado de yoga de union mente cuerpo y alma, es el aprender a trabajar desde el amor hacia nosotros mismos y a los otros en todos los aspectos, es obvio que si te sobreexiges a ti o a tus practicantes en la clase en una postura que tu cuerpo aun no esta preparado, si permaneces mas tiempo de lo que tu cuerpo permite vas a dañarte existe una responsabilidad compartida como instructores y practicantes de enseñar a trabajar con amor y respeto por nuestro cuerpo, tener la conciencia de que todos tenemos cuerpos y capacidades distintas, aceptandonos con hmildad y amor
    imposible que todos los practicantes realicen una postura de la misma forma alineada y ejecutada
    todos los accidentes en la practica de asanas creo tiene que ver con responsabilidad compartida con ignorancia y con negligencia y la poca conciencia de saber que como instructores trabajamos con personas cada una con historias y cuerpos distintos, con la poca disciplina de estudiar la anatomia del cuerpo y con una errada comprension de lo que significa el yoga,
    el trabajo es a mi parecer el siguiente
    como instructores enseñar a trabajar con amor respeto y aceptacion de los limites del propio cuerpo estudiando constantemente
    como practicantes aceptar no juzgarnos y practicar sin dañarnos teniendo la humildad de reconocer nuestros limites aprender a reconocer lo que nos ayuda y lo que no
    namaste!

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      Sham escribió:
      enero 17, 2015 en 11:51 pm

      Muy agradecida estoy con tu comentario. Muy cierto es que los estudiantes de yoga debemos tener la humildad de aceptar nuestros limites. Namaste!

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        José Vicente escribió:
        noviembre 5, 2015 en 5:49 pm

        Totalmente de acuerdo… Yoga no es competir ni con una misma… Yoga es aceptación de nuestras diferentes facetas…

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    yogamismo escribió:
    febrero 27, 2015 en 7:37 pm

    He leido el libro al que hace referencia dicho articulo. Si es verdad que alerta sobre la repercusiones que tiene la mala práctica del yoga y las consecuencias algunas muy graves de casos que se ha podido producir y del sumo cuidado que se debe de tener a la hora de realizar ciertas posturas y también de la falta de formación reglada que imponga unos criterios sobre los que basar la enseñanza del yoga. Este mismo autor en su libro si habla de los imnumerables beneficios que en su investigación y el mismo como practicante ha podido comprobar y que están probados a nivel cientifico. Les animos a que lean este maravilloso libro.

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    Anónimo escribió:
    May 3, 2015 en 9:20 am

    Todo es peligroso si no se tiene conciencia de lo que se hace.

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    Jimena escribió:
    junio 17, 2015 en 4:14 pm

    Estoy tomando clases de yoga y soy principiante. Son clases pequeñas, personalizadas y el profesor siempre está atento a tus posturas. Sin embargo los ejercicios que implican estar de cabeza o voltear la cabeza hacia el suelo a mi me afectan mucho. He experimentado mucho dolor de cabeza los dias posteriores a la clase, y hasta ganas de vomitar mientras realizo el ejercicio. Pero todos dicen que este tipo de posturas es muy beneficiosa y recomendable. A mi no me están ayudando. Han oido algo similar? Hay algun cuidado que debo tener? Gracias,

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    emilynapoles escribió:
    octubre 31, 2015 en 7:51 am

    No sabe usted señor Juan la alegría que me ha dado leer su articulo. No sabe usted lo difícil que es buscar un articulo que hable de la parte negativa del yoga. Los profesores de yoga solo hablan de los beneficios y ni hablar de los que lo practican, solo dicen maravillas.

    Hace poco comencé a practicar yoga, ya que todas mis amigas lo practican y yo era el patito feo, que hablaba mas de lo negativo que de lo positivo. Nunca antes me había atrevido a practicarlo, ya que tengo dos vértebras unidas en las cervicales y dos vértebras unidas en las lumbares, ya sabe lo que eso conlleva.

    Desde que comencé he pasado por todas las clases desde Chandra Hot, Flow Hot, Surya Hot, Nalini Hot y Mindfulnes. Todo esto para ver cual es mejor para mis problemas de columna, pero nada se adapta tengo que hacer muchísimas pausas en mitad de la clase, ya que me mareo, tengo deseos de vomitar y pierdo el equilibrio.
    Cuando termino la clase parece que me he tomado una botella de Habana Club completa. Termino completamente mareada, igual que si estuviera borracha, vomitando, sudando frio y así me paso la semana entera y con dolor en las articulaciones, no me puedo ni mover del dolor en la columna y las cervicales.

    También tube una lesión, me pase mas de dos semanas con la mano y el pie derecho vendados. Por la sobrecarga de esa postura que te levantas de lado y pones todo tu peso izquierdo sobre tu parte derecha y abres las piernas te quedas como una X y el cuello gira mirando al techo siguiendo la linea del brazo izquierdo. Fue terrible, que dolor tenia en la mano.

    Y si hablo de la hidratación en la clase de Hot yoga, donde pierdo casi dos litros de sudor. Mi cuerpo se queda como en desequilibrio unos dias después, es una sensación rara en el cuerpo. Cuando se lo comento a mi profesora, me dice que es porque no me hidrato bien, no es cierto tomo muchísimos líquidos, dos litros al dia normal y mas si voy al yoga.
    Perdemos muchísimas sales minerales, potasio, sodio, hierro, magnesio… cuando sudamos en exceso. Yo me considero una persona sana, que como de todo y mi alimentación es muy variada desde fruta, ensaladas, carne, pescado y verduras, así que no tengo problemas para recuperar la perdida de minerales, después del yoga.
    Se dice que nos recuperamos y nos rehidratamos enseguida si nos alimentamos bien, pero y las secuelas que nos quedan en el cuerpo. Nadie se pregunta esto?

    Después de hacerle todos estos comentarios, que opina usted señor Juan de mi practica de Yoga y de la mala experiencia que he tenido?

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    José Vicente escribió:
    noviembre 5, 2015 en 5:47 pm

    Pues igual que cualquier otra actividad tiene sus indicaciones y sus contraindicaciones. Hay que poner un poco de mesura en cualquier actividad no por el hecho de que sea Yoga va a ser perfecto para todo el mundo ni en cualquier forma de practicarlo. Yo creo que el artículo en vez de centrarse en anécdotas de mala utilización del yoga debería haberse centrado en advertir que no todas las formas de practicar yoga son adecuadas a todas las personas.

    Yoga no es postureo y por tanto no hay que hacer cualquier postura que nos indique el profesor si resulta que nuestro propio cuerpo no está disponible para esa postura aun. Existen muchas alternativas a una postura para poder producir el efecto deseado si es que se busca algún efecto concreto.

    Y desde luego Yoga no se trata de prepararse para que nos contraten en el «Circo del Sol». Yo particularmente reniego de posturas imposibles y que no aportan nada… Estos «estilos» de yoga que se nombran en el artículo son una evidencia de lo que no se debe hacer…. porque tienen a no adaptarse a la persona, sino que es la persona la que tiene que adaptarse a ellos y eso a mi modo de ver no es yoga….

    Evidencia científica sobre la utilidad del yoga en distintos aspectos de salud la hay y abundante. Cada vez se investiga más y mejor porque es una de las terapias alternativas y complementarias que no son invasivas y se pueden combinar. Podéis consultar bases de datos científicas del ámbito de salud como: Pubmed, Medline, Cinhal, Scopus, etc….. Hay casos en los que el yoga está muy indicado y otros en los que en absoluto. Es cuestión de conocer y aplicar con buen sentido como cualquier otra terapia….

    Un abrazo grande

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    Cecilia escribió:
    febrero 24, 2016 en 1:47 am

    Muchísimas gracias por el aporte. No practico yoga aún, pero mi intención es comenzar con clases de Ashtanga yoga. Tengo sacralización de la L5… Puede ser esta práctica perjudicial para mi columna?
    Agradecería su respuesta, saludos!

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      José Vicente escribió:
      marzo 2, 2016 en 7:38 am

      Hola Celicia, depende de como trabajes el Yoga. Siempre desde el más absoluto respeto y cariño hacia lo que tu propio cuerpo te va indicando. Yo no concibo el yoga como un culto al Ego a través del cuerpo, sino como un «honrar al propio cuerpo». Al fin y al cabo si nos relacionamos con el mundo es a través de nuestro cuerpo personal e intransferible. Por eso la base corporal, a mi modo de ver, es el punto de partida y de llegada al mismo tiempo.

      Comienza tus clases de Yoga con curiosidad, deja que tu cuerpo te hable de como vive ese trabajo corporal y ante todo respeta el hecho de que hay cosas que no puedas hacer. Adapta las posturas no es necesario hacerlas como si te fuesen a dar trabajo en «El Circo del Sol» (jajjajajja)

      Para la columna yo estoy convencido de que el Hatha Yoga es el mejor camino. ¿Hay otros? Puede ser ,,, pero tan completos desde mi experiencia personal no son.

      Un abrazo grande

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      juanpelaez respondido:
      marzo 2, 2016 en 12:16 pm

      Hola Cecilia. Parto de la idea, cuando doy clase a futuros profesores o monitores, que quien facilita una sesión de Yoga no tiene porque ser ni fisioterapeuta, ni médico, ni psicólogo,a no ser que sea un profesional en esos campos. Por lo tanto dar consejos desde el punto de vista médico creo que hay que ser muy cuidadoso. Sobre todo en casos como el tuyo. La sacaliación dela L5 es untema serio. Debes consultarlo ocn tu terapeuta antes de ponerte a practicar yoga, te diga lo que te diga el profesor o monitor de yoga. teines que tener claro cuales son los movimientos que peuds llevar a cabo y cuales no y ser tu quien controle el proceso de hasta dónde estás dispuesta a llegar y dónde están tus límites. recuerda que tu profesor de yoga puede que no sepa bien cuál es el problema que tienes ni las consecuencias de realziar rotaciónes, flexiones… El monitor de yoga y el profesor, vuelvo a insistir no es un terapeuta, en este caso físico. No la clase de yoga es una clase para la terapia de ningúntipo. Puede colaborar con ellas, pero no es el espacio ni el lugar para abrir ningun proceso. El Yoga puede ser muy beneficios, pero también muy lesivo. La meditación igual. Lo se bien porque además de impartir formación en yoga, me dedico a la terapia psicológica y determinadas visualizaciones o inducir ciertos tipos de estilo de respiración en personas con patologías graves, no solo es inadecuado, sino que peude ser muy peligroso para ellas. Por lo tanto se cautelosa y asesorate bien antes de llevar a cabo cualquier práctica. Un abarzo y gracias por colaborar en mi página. La colaboración es para todos

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    Maria escribió:
    marzo 19, 2016 en 12:36 am

    Es cierto todo lo que dicen, yo tambi[en hice yoga por cinco años y me pareció maravilloso pero experimenté esos mareos de los que hablan, cuando hacíamos la postura Halasana, cuando dejé de hacer esa postura se me quitaron los mareos. Me parece muy importante lo que dice Juan de la terapia, yo tuve una hernia en la zona lumbar aparentemente por un peso que cargué y cuando había dejado de hacer yoga por meses. Ahora que me operé y ya tengo 4 meses de descanso, he tratado de hacer yoga de nuevo (pues todo el mundo me dice que es lo mejor), pero opino igual que Juan y muchos, uno se exige posturas difíciles y se puede lesionar y a veces te tocan profesores que te dicen que no importa que duela, que debes dominar tu cuerpo. Pilates me parece también una buena alternativa para problemas de espalda. Sin embargo, voy a seguir los consejos de Juan y voy a regresar a mi terapia para que ellos me digan qué ejercicios debo hacer. Suerte para todos!

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      laura escribió:
      diciembre 29, 2016 en 3:39 am

      Hola, muchas gracias por compartir tu experiencia. Aun tengo ciertas dudas con que cuestiones tendria que tener en cuenta a la hora de meditar ? Podrias guiarme

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    Rubicón escribió:
    agosto 7, 2016 en 5:04 pm

    Fantástico artículo. Me consta que existen lesiones por practicar yoga, e incluso por mantener posturas de meditación persistentes estando sentado durante horas. Sé por experiencia propia, que a veces esas dolencias uno las tiene y no sabe de dónde le vienen hasta que deja de realizar actividades meditativas o yóguicas y ve que mejora. Es verdad que los libros de yoga no avisan de los peligros de realizar estas actividades sin prudencia y sin, cuando sea posible, contar con un control médico. Al contrario: los libros de yoga suelen contar historias, reales o inventadas, sobre gente que curó una lesión de espalda por practicar persistentemente la postura de loto durante el za-zen (yo lo he leído), como si esa postura no fuera normalmente forzada y como si todas las lesiones se curaran con una postura, o tabla de posturas, mágica. Cada lesión debe tratarse de manera diferente, como saben muy bien los fisioterapeutas y osteópatas.

    Me habló un día un famoso terapeuta sobre las importantes lesiones que encontraba en practicantes, normalmente asiáticos, de yoga y meditación. Él solo les pedía que en lugar de estar 12 horas al día que estuvieran 2 o 3. ¡Pero no lograba que le hicieran caso!

    Considero que lo importante es que no haya fanatismo: que si se practica yoga se haga con prudencia. También, considero que si se medita no hay motivo para obsesionarse en mantener la postura del loto: no pasa nada por apoyarse en el respaldo de una silla o de una butaca. Tampoco pasa nada incluso si se medita tumbado, cuando uno no tiene sueño ni tiene peligro de quedarse dormido. Incluso si uno se queda dormido meditando en una postura cómoda, es porque el cuerpo necesita dormir. Así que, uno duerme lo que haga falta y luego al despertar descansado puede realizar tranquila y cómodamente su meditación. No hace ninguna falta forzar. Lo importante es profundizar en uno mismo, aprender técnicas de control mental, darse cuenta de que cuando controlas esas técnicas a la larga no resuelves nada y finalmente aprender a vivir la vida como viene, sin artificios, con realismo y con un amor en el que ya no cabe el escapismo.

    Estoy contento con este artículo, porque no cae en las críticas al yoga típicas de determinados católicos fanáticos que intentan convencerte de que todo lo que no es catolicismo es fanatismo. Por otro lado, me gusta mucho más este artículo que el otro de esta misma web sobre «Los peligros de la meditación». Porque, así como conozco de manera directa e indirecta casos de lesiones por realizar posturas yóguicas, no conozco ni un solo caso de problemas psicológicos que hayan aparecido entre mis meditadores más cercanos. Aquel artículo me pareció que convertía lo anecdótico en ley de manera casi injustificada. Este artículo, por el contrario se basa en hechos que encuentro cada día.

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    Al escribió:
    diciembre 6, 2016 en 11:50 am

    Yo estuve tres años en Yoga y empecé a tener una lesión en la zona perianal, en los nervios. Me han hecho innumerables pruebas y no dale nada, puede ser q tenga atrapado el nervio pudendo,etc. Yo hacía posturas de yoga llegando al límite. No lo aconsejo.

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    laura escribió:
    diciembre 29, 2016 en 3:35 am

    Muchas gracias por el articulo, Yoga es union y quien no lo practique con esa mision , no estaria practicando yoga , estariamos habalndo de trabajo meramente fisico .
    Yo soy profe de ed fisica y doy fe , en mi experiencia, que en caso de personas con problemas depresivos e intento de suicidio , la practica del yoga les ha ayudado notablemente . Tambien desde mi propia experiencia de Vida , el yoga el reiki y mi terapeuta me han ayudado a salir adelante, por que tambien mi vida habia perdido sentido .
    Claro que hoy hay posturas que me las cuestiono , por que desde la fisiologia entiendo una cosa y desde el yoga pasa otra. El tema de las cervicales es algo que aun debo aprender mucho , claro que desde el yoga se guia y no se obliga . Uno tiene que sentir entrar en la postura en el momento que asi lo sienta, habitar esa asana .
    Desde mi humilde opinion y continuo aprendizaje .

    Gracias a cada uno de ustedes por compartir sus opiniones y por la traduccion .

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    Julieta escribió:
    marzo 15, 2020 en 9:34 am

    Hola, gracias por este articulo, soy profesora de Yoga desde hace mas de 15 años y he tenido lesiones en varias ocasiones. Desde que practico el metodo Feldenkrais he descubierto que la cualidad que falta en el Yoga es la cualidad de desbloquear al cuerpo, ya que en Yoga se enfatiza el estiramiento o el fortalecimiento de los musculos. Los invito a indagar en el metodo Feldenkrais sera en unos años lo que el Yoga fue hace 30 años para occidente. Es descubrir el placer de moverse en libertad sin competir, forzar o estirar, simplemente moviendote con atencion plena!

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Muchas gracias.Thanks so much. Merci.